El tiempo se para, pero ¿para qué?

¿Sabéis ese momento en el que el tiempo se para y parece como si te estuviera diciendo algo? Pues una cosa así le paso a ella...
Todo había terminado entre ellos, ya habían puesto punto y final en su historia, pero antes de coger el autobús dirección a su casa, el tiempo se paro, la gente permanecía parada, él continuaba delante de ella sin moverse, el reloj había dejado de funcionar, estaba marcando las 20:50; ella estaba asustada, se paro a pensar y se dijo para ella misma: "Lo que daría la gente por tener una oportunidad como esta, siempre había deseado que el tiempo se detuviera pero nunca pensé que se pudiera hacer realizar".
Se acerco a él, le miró una y otra vez, no se cansaba de mirarle, era perfecto tal como era, con sus pequeños defectos y sus grandes virtudes. Era la primera vez que iba para allá para tener una conversación seria con él, normalmente iba a disfrutar de sus momentos juntos, pero desde el momento que él le dijo "Tenemos que hablar" sabía que no bajaría allí para estar de risas, al contrario, sabía que como mínimo un par de lágrimas soltaría.
Mientras que el resto del mundo permanecía parado, ella fue a cada uno de los sitios que estuvieron juntos, la plaza, los diversos bares, a aquel cómodo césped en el se tumbaban cada ferias uno encima de otro, ese banco en el que escribieron que su amor sería eterno...
Una, dos, tres, cuatro... así hasta que los ojos le empezaron a dolor de todo lo que estaba llorando, eran lágrimas de recuerdos, cada una de ellas era un recuerdo distinto...
Volvió a la estación, el cartel también estaba parado, en él ponía: "Talavera-Madrid"
Lo miró otra vez, sentía que sería la última vez que estaría ahí, con él, con su moto, esa que tan buenos momentos la habían creado, y fue entonces cuando se para a recordar cada uno de los momentos vividos juntos en ese pueblo, ese lugar que se convirtió durante un año entero en su segunda casa...
Era 24 de Septiembre del 2011 cuando fue por primera vez allí, estaba de los nervios, en el viaje del autobús no podía evitar sonreír, pero era de esas sonrisas que indican que no puedes estar más nerviosa, miraba todo el rato el móvil, y unos de los mensajes que tenía era suyo y decía lo siguiente: "Te queda muy poco para llegar ya estoy preparado desde hace rato, deseaba este momento, iré a buscarte en moto como una verdadera princesa que eso es lo que eres para mi", esto la hizo que sus nervios aumentaran, estaría con sus amigos y no sabían lo que dirían de ella. Quedaban escasos minutos para que el autobús llegara allí, estaba templando; antes de salir paso al baño se miro y para ella misma se dijo: "estas preciosa, adelante", al salir de la estación le vio, ahí parado al lado de la moto, se giró y la vio, no pudo evitar una sonrisa y fue a besarla, desde ese momento los nervios desaparecieron, estaban los juntos y eso era suficiente.
Como este día miles así, nunca olvidara ese paseo en moto que la dio con una venda en los ojos, ella no entendía porque debía de llevar una venda en los ojos, pero él se lo explico: " Las mejoras cosas no se ven, se sienten, y yo quiero que sientas lo que siento yo cada vez que monto en moto, como el aire te da en la cara, sin hacer daño, suavemente, esas cosas son las que se quedan, los besos se dan con los ojos cerrados y son lo mejor del mundo, y quiero compartir todo esto con mi mundo, tú". No pudo evitar llorar, pero lloraba de alegría cosa que hacía mucho tiempo que no experimentaba, él era él único que conseguía que esto ocurriera.
Era 10 de Mayo cuando se le ocurrió darle una sorpresa, hablo con sus amigos para que la ayudaran y así lo hicieron, dos días después, el 12 de Mayo ella estaba allí en la misma estación donde él esperaba a su amigo, pero lo que no sabía es que ella sería la que aparecería, fue despacito hasta situarse detrás de él, cuando estaba justo ahí le tapo los ojos, el dio un beso de los suyos y le permitió que se girara, cuando lo hizo y la vio la sonrisa que le salió decía todo lo que su boca no decía, todo era increíble entre ellos, o al menos eso era lo que ella pensaba.
El tiempo pasaba y ella cada día era más y más feliz, hasta que llego ese día, ese 29 de Junio que le cambió la vida para siempre, ese momento en el fin llegaba.
Cuando acabó de recordar cayó desplomada en el banco, su banco y se dio cuenta de que no tenía fuerza, que el hecho de recordar la había debilitado, volvió a la estación y justo cuando llego allí el tiempo volvió, ella aún tenía una par de lágrimas que asomaban de sus ojos, él le pregunto el por qué, pero ella lo único que hizo fue secarse las lágrimas y sonreírle, no le salió ni una sola palabra de su boca…
Los minutos pasaban y ella tenía que coger el autobús, ambos se despidieron, él continuó y ella hizo lo mismo pero en dirección contraria, ella se giró y vio como se marchaba, solo tenía ganas de una cosa, de salir corriendo detrás de él y decirle que le quería, que solo deseaba estar con él, pero no lo hizo, se subió al bus y vio como él se marchaba…
No hay día que no se arrepienta de no haber salido corriendo detrás de él, día si y día también…

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