Aquella máscara que todos hemos llevado...

Creo que todos odiamos ese momento en el que estás mal de verdad, pero que no quieres que los tuyos se enteren y tienes que ponerte esa máscara en la que hay una sonrisa de oreja a oreja para que no se preocupen, pero cuando no hay nadie a la vista, decides quitartela y ves que el color se ha corrido debido a las lágrimas que has derramado, debes de pintarla otra vez para la próxima, porque sabes que va haber próxima, siempre hay próximas veces; pero eso no es lo que más te preocupa, ahora solo quieres llorar, porque no es como dice la gente, las personas lloran no porque sean débiles si no porque han sido demasiado fuertes durante mucho tiempo y es hora de quitarte el escudo, es hora de mostrarte débil, como somos todos...
En esos días en los que deseas no haberte despertado, esos días te das cuenta de quienes están y quienes van a estar ahí siempre, y aunque la vida te haya dada un golpe tras otro, cuando llegue la hora de dormir, podrás dar las gracias por la gente que tienes alrededor, porque no es poca...
Es hora de secarse las lágrimas, poner la televisión y dormir, pero no antes de dar gracias por los que tienes, y hoy especialmente le quiero dar las gracias a aquella persona que hizo sentir a mi hermano alguien especial, a esa persona que siempre tenia una sonrisa para darte, gracias Julio, descansa en paz...

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